Antes que nada quisiera hacer una pequeña presentación sobre el tema del estrés. En realidad, el estrés “no es malo”, si realizamos una revisión sobre la comprensión de estrés de Selye y luego Lazarus y Folkman, nos daremos cuenta que en sí el “estrés” en palabras simples es la energía mental que nos permite movernos, una respuesta inespecífica del cuerpo a una situación específica del ambiente. Es quien nos permite actuar cuando sentimos peligro y además nos da energía para tomar decisiones desde “¿Corro o no?” hasta “¿Me caso o no me caso?”, “¿Invierto mis ahorros en un negocio o no?”. Coloquialmente, nosotros llamamos “estrés” a todo ese malestar físico y mental. Para clarificar un poco, cuando describimos nuestra experiencia de esa manera hablamos de “distress” que manteniéndolo simple es un exceso de energía utilizado ante situaciones de nuestro entorno como es el trabajo, la familia, etc. que nos genera esa sensación poco agradable. Finalmente el “eustres” es el héroe de la película y vendría a ser “lo contrario” al “distress”, luego de enfrentar una situación y lograrla con éxito el cuerpo siente placer y satisfacción lo que en una palabra vendría ser “eustres”.
Esto me lleva al final de este post, decir “no nos estresemos” sería una locura, vivimos con ello todos los días, así como sentir algo de “tensión” en nosotros. Lo importante es encontrar la manera de enfrentarlo, hacer actividad física, ir al cine, tener hobbies o “conductas de ocio” podrían ayudarnos bastante, la meditación podría también ser una importante estrategia para enfrentar esto. No toda la vida es distrés, y como se ve el mundo de hoy a veces pareciera que sí. Sin embargo, si lo vemos del otro lado y abrazamos al hecho que en la vida uno también se relaja y disfruta y no solo trabaja, nos permitirá “meditar” sobre todo lo que vivimos cada día, nos esforzamos, nos cansamos pero también disfrutamos y avanzamos.
la meditación podría ser una salida interesante para estas situaciones.
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